¿Quiénes somos?

          

 

El Instituto Iberoamericano de Criminología Aplicada (IBERCRIMIA) es una fundación que pretende contribuir a llenar un vacío existente en el país, y por extensión a toda Latinoamérica, donde los índices de delincuencia y criminalidad organizada alcanzan cuotas  alarmantes en toda la región. Sin embargo, son pocas las iniciativas tanto académicas como privadas destinadas a solucionar el problema desde una perspectiva científica. Parece que hubiéramos olvidado que la ciencia constituye un arma poderosa para resolver los problemas humanos.

Así, son numerosas las confesiones religiosas que pretenden cubrir  estas necesidades mediante la gestión de centros de menores, la evangelización de los pobres y la acción social de la iglesia en los barrios más deprimidos de Latinoamérica. Esta cuestión no es criticable, al contrario, podemos afirmar que la labor social de la iglesia dignifica a la institución con su ayuda a esta población vulnerable. Sin embargo, esta no es la solución. En la actualidad, la Criminología como ciencia interdisciplinar constituye un claro ejemplo de conocimientos sobre la prevención del delito, cuya literatura científica ha puesto al alcance de la comunidad científica numerosos modelos de prevención y tratamiento capaces de dar respuesta a muchos de los problemas que aquejan a la gran familia latinoamericana

Creemos que esta falta de capacidad de solucionar la conducta delictiva y el crimen organizado como máxima expresión de su maldad son el resultado de varios factores negativos que perduran muchos años y que no parecen vislumbrar una solución:

·       En primer lugar, y con la mayor fuerza de obstaculización para convivir en sociedades más justas, aparece todo el aparato institucional del Estado y su corrupta administración: los intereses políticos, la asociación ilícita con los gobernantes de bandas criminales que operan en toda la región y la falta de voluntad política para crear políticas criminales en forma de pactos de estados parecen ser el factor más inoperante para erradicar la pobreza, los grupos vulnerables y por asociación en muchos casos, la delincuencia violenta.

·       Pero además existen otros factores no menos importantes y de alguna manera impregnados de esa cultura del pillaje y del negocio rápido a partir de fenómenos sociales que deberían centrar toda la atención de los representantes de los ciudadanos: el negocio del crimen. Esto es, unos negocian con la venta de drogas, de armas, con la trata de personas y otros se lucran con el negocio del crimen desde instituciones gubernamentales que persiguen crear una imagen de intelectualidad interesada para acabar con esta lacra social, pero que no son sino una forma más de agrupación de intereses académicos y de oportunidad política de algunas universidades para poder lucrarse con licenciaturas en Criminología que posteriormente no integran de manera adecuada en puesto claves de la administración de justicia, ya sea la juvenil o la de adultos.

Por esta razón, queremos que el Instituto IBERCRIMA ofrezca una bocanada de aire fresco dentro de nuestro país y en toda la región, en la medida en que persigue intereses muy diferentes a los ya explorados, aplicados y que han resultado ineficaces. En definitiva, queremos que con este Instituto, tanto gobernantes, como instituciones académicas, estudiosos del fenómenos criminal, y toda la población civil orientada a una mejora de la calidad de vida  sea capaz de encontrar todo tipo de servicios que le ayuden a encontrar motivaciones para superar estos obstáculos que día a día azotan nuestra sociedad. Y sólo existe un único camino: contemplar a la Criminología como una ciencia positiva, con las aportaciones de todas las demás ciencias que la nutren y extender sus conocimientos a todas las áreas de la prevención del delito. De nada sirve que una ciencia avance si luego no tenemos en cuenta sus innovaciones, sus contribuciones a la erradicación de las conductas violentas.